La comunidad judeoportuguesa de Madrás en el siglo XVIII
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Fuente del texto: www.revistamaguenescudo.wordpress.com
Por Mordechai Arbell
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La Compañía Inglesa de la India Oriental, al procurarse oportunidades comerciales en el país y en el Lejano Oriente, quiso romper el monopolio de Portugal en el tráfico de piedras preciosas desde y hacia el subcontinente indio. Por ello, la compañía decidió construir una fortaleza al sur de la India en 1639 que llamaron Fuerte San Jorge, alrededor del cual creció la ciudad de Madrás, que fue el primer asentamiento de la Compañía. La política comercial de esta era que solo se podía tratar con los agentes o con aquellos que hubiesen obtenido derechos mercantiles especiales. Los que traficaban por su cuenta eran considerados intrusos y eran perseguidos por ello. Los mercaderes judíos de las costas indias caían en esta clasificación. Con el tiempo, la pericia comercial, su especialización en diamantes y gemas, y su relación con los gobernantes locales eran tan beneficiosas para San Jorge, que fueron aceptados gradualmente como ciudadanos honorables de Madrás.
Un grupo de judíos de Leghorn y el Caribe exportaban corales a la India junto con telas finas y adornos europeos. De la India, los judíos exportaban diamantes, piedras preciosas y semipreciosas, como rubíes, esmeraldas, ópalos, topacios y perlas.
Uno de los primeros judíos que vino a Madrás con un permiso especial para establecerse y comerciar fue Jacques (Jaime) de Paiva (Pavia), natural de Ámsterdam. Mediante sus buenas relaciones con los gobernantes, adquirió minas en el reino de Gloconda, cerca de la ciudad. Al mismo tiempo se las arregló para convencer a las autoridades inglesas de permitir una colonia de judíos en Madrás, y por ello él fue uno de los organizadores de la kehilá. En un terreno en los suburbio se construyó un cementerio. Durante uno de sus viajes a las minas de su pertenencia, se enfermó y murió en Madrás y fue inhumado en ese camposanto. En su lápida se lee que murió en «en el mes de Tishrí 5548-1687».
Casualmente, su esposa, una judía portuguesa, se enamoró del gobernador inglés de Madrás, Elihu Yale, y se fue a vivir con él, lo que produjo un escándalo en la sociedad colonial de Madrás. Yale posteriormente alcanzó la fama al otorgarle una donación cuantiosa a la Universidad de New Haven, en Connecticut, que recibió posteriormente su nombre. Hieromima de Paiva y su hijo murieron, al igual que él, en Sudáfrica.
Además de la explotación minera en Gloconda, otros dos judíos -Salvador Rodrigues y Antônio do Porto- tras haber sido rechazados de comerciar en Madrás por ser intrusos, comenzaron sendos proyectos mineros en Gloconda. Sus relaciones excelentes con los gobernantes indios eran tan favorables a las autoridades de Madrás, que se llegó a considerarlos caballeros muy honorables de esta ciudad.
Gradualmente, la actitud hacia los comerciantes judíos se hizo más positiva. Los judíos de Ámsterdam y Londres se empezaron a asentar en la ciudad y se unieron a los sefardíes que venían de Leghorn y las islas del Caribe. Así, la comunidad formó una corporación oficial llamada Colony of Jewish Traders, en 1687, cuya directiva estaba compuesta por Jaime de Paiva, Pedro Pereira, Antonio do Porto y Fernando Mendes Henriques. No se puede establecer el número de judíos residentes en Madrás, aunque su presencia en la municipalidad demuestra su importancia: el 29 de septiembre de 1688, el gobernador Elihu Yale fundó el concejo de Madrás, compuesto por un alcalde, doce concejales vitalicios, y un cuerpo legislativo integrado por 60 ciudadanos.
El alcalde fue elegido por una comisión formada por tres empleados de la Compañía, un francés, tres judíos, dos portugueses y dos ciudadanos locales. Esto demuestra el peso de la representación judía.
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Bartolomeo Rodrigues, también conocido como Jacob de Sequeira, era el presidente de la compañía. Judío inglés, llegó a ser uno de los ciudadanos más prominentes de Madrás. Tras su muerte en 1692, fue sustituido por Álvaro da Fonseca, su socio, también conocido como Jacob Jesurun Álvares (algunos de los judíos portugueses de Madrás utilizaban sus nombres lusitanos cuando visitaban Goa y Santo Tomás, en África, que estaban en manos portuguesas y donde estaba activa la Inquisición, y sus nombres judíos en Madrás).
Álvaro da Fonseca provenía de la isla caribeña de Nieves. En su mandato, la compañía creció y poseía sus propios barcos mercantes entre Madrás y Europa. La Compañía de la India Orienta utilizaba los buenos oficios de los judíos portugueses, establecidos en Madrás, en sus esfuerzos diplomáticos de expandir la red comercial inglesa. De estos diplomáticos el más destacado fue Avraham Navarro, quien comenzó su carrera como intérprete y lingüista y formó parte de una misión especial a China que trató de convencer al Emperador de abrir el puerto de Amoy al comercio internacional.